EL ERROR CONSTRUCTIVO
¿Y si dejamos de castigar los errores?
Desde un enfoque constructivista, trabajar el error en el proceso de enseñanza-aprendizaje implica generar en el aula un clima de confianza en las propias producciones y un debate abierto en el que se puedan analizar los procedimientos correctos y los incorrectos.
"Cometer un error y ser corregido es una de las maneras más poderosas de adquirir y retener un aprendizaje"
“Aprendemos de nuestros errores”
“la adversidad es la escuela de la sabiduría”.
“la adversidad es la escuela de la sabiduría”.
La profesora formula una pregunta en clase. Estás convencido de que tienes la respuesta, levantas la mano y contestas con mucha seguridad. Inmediatamente, te hace saber que te has equivocado. No era la respuesta correcta.
En el mejor de los casos, pasa al siguiente estudiante; en el peor, hace un comentario poco afortunado. Si alguna vez te ha sucedido: ¿recuerdas cómo te sentiste en ese momento? Quienes podemos recordarlo, usamos términos como humillación, vergüenza o deseos de desaparecer ante el error. Puede que haya sido momentáneo, y esos sentimientos no hayan dejado huella. Pero también cabe la posibilidad, sobre todo si la respuesta de tu profesora fue vergonzante o poco alentadora, de que inconscientemente hayas decidido dejar de arriesgar.
A pesar de que los errores son fuente de aprendizaje, durante mucho tiempo la teoría y la práctica de la educación consideraron el error como una carencia, una falta. Esa es la visión que predominó en la educación tradicional y que comenzó a ser cuestionada con los aportes del constructivismo.
Para las teorías constructivistas, el error es la señal del grado y del modo de acercamiento al conocimiento que logró el estudiante. El error sistemático, ese que se repite, es propio del proceso de construcción del conocimiento, y el momento cuando se produce es el mejor para provocar la reflexión del estudiante, corregir la equivocación y lograr un aprendizaje significativo. El aspecto más visible de una enseñanza constructivista es la resolución de problemas a través de distintos caminos.
Cuando los docentes trabajamos con las producciones de los estudiante, es importante que identifiquemos el origen de los errores que aparecen para poder intervenir. Algunos errores son meras distracciones que provienen de copiar mal un número o pasar por alto algún dato de un enunciado. En ese caso, solo será necesario señalar la distracción. Otros errores, en cambio, ponen en evidencia una manera provisoria de pensar.
«Por ejemplo, cuando los chicos dicen, frente al dibujo de un cuadrado, “esta figura no es un rectángulo”. Esto último no es cierto si se considera que el cuadrado es un paralelogramo con cuatro ángulos rectos, condición que caracteriza a los rectángulos. Sin embargo, las primeras clasificaciones que realizan los niños parten de la idea de que un objeto pertenece a una única clase: si una figura es un cuadrado, no puede ser un rectángulo».
1. Diagnostica de manera pertinente.
2. Analizar lo que le falta mejorar
al estudiante.
3. Considera los errores como una
fuente de aprendizaje
4. Crear un clima de confianza
5. Mejorar la motivación y la
autoestima corrigiendo los errores y superándolos
6. Honrar los errores
7. Deja claro que en tu clase existe
la tolerancia y están permitidos los errores
8. Ofrece retroalimentación en el
momento
9. Anima a los estudiantes a
adquirir el hábito de corregir sus propios errores
10. Replantea el proceso de
aprendizaje.
¿Por qué se dice error constructivo?
Porque el error es considerado como
el camino a la construcción del conocimiento, permitiendo que este último pase
a un nivel conceptual de mayor complejidad. En el proceso del aprendizaje tomar
en cuenta el error del estudiante, permite conocer su modo de pensar e
identificar donde están sus dificultades y poder diseñar y replantear
propuestas pedagógicas que permitan mediar procesos y experiencias de
aprendizaje que potencien el desarrollo de las competencias de manera significativa,
considerando al error no como un fracaso, al contrario, como un proceso natural
del aprendizaje.
En concordancia con el CNEB,
donde el protagonista central del aprendizaje es el estudiante, los errores se
deben recoger y trabajarlas como una fuente de reflexión y de enlace entre los conocimientos
previos y los nuevos, ideando la forma de poder integrarlas en los procesos del
aprendizaje como una oportunidad para aprender nuevos métodos, teorías, conocimientos.
Siendo el error parte del proceso
natural del aprendizaje y de la vida, en el proceso de aprendizaje, el que
descubre que estaba equivocado ha ganado, ya que el enfoque por competencias
fomenta el aprendizaje basado en el descubrimiento, y esta se vuelve significativa
si tomó como referencia el propio error, en donde equivocarse es una de las mejores
maneras de aprender, a través de una retroalimentación efectiva que garantice
la mejora de los aprendizajes.
Es
importante recalcar que, en el marco del enfoque formativo, la evaluación busca:
Aumentar la confianza del estudiante para asumir desafíos, errores, comunicar
lo que hacen, lo que saben, lo que no.
¿Qué plantea el CNEB referente al error en el aprendizaje ?
El CNEB, en su capítulo VI "Orientaciones pedagógicas para el desarrollo de competencias" considera lo siguiente:
Aprender del error o el error constructivo. El error suele ser considerado solo como síntoma de que el proceso de aprendizaje no va bien y que el estudiante presenta deficiencias. Desde la didáctica, en cambio, el error puede ser empleado más bien de forma constructiva, como una oportunidad de aprendizaje, propiciando la reflexión y revisión de los diversos productos o tareas, tanto del profesor como dele estudiante. El error requiere diálogo, análisis, una revisión cuidadosa de los factores y decisiones que llevaron a él. Esta forma de abordarlo debe ser considerada tanto en la metodología como en la interacción continua profesor – docente.(Currículo Nacional, 2017, pág.
172)
¿Qué plantea el CNEB referente al error en el aprendizaje ?
El CNEB, en su capítulo VI "Orientaciones pedagógicas para el desarrollo de competencias" considera lo siguiente:
Aprender del error o el error constructivo. El error suele ser considerado solo como síntoma de que el proceso de aprendizaje no va bien y que el estudiante presenta deficiencias. Desde la didáctica, en cambio, el error puede ser empleado más bien de forma constructiva, como una oportunidad de aprendizaje, propiciando la reflexión y revisión de los diversos productos o tareas, tanto del profesor como dele estudiante. El error requiere diálogo, análisis, una revisión cuidadosa de los factores y decisiones que llevaron a él. Esta forma de abordarlo debe ser considerada tanto en la metodología como en la interacción continua profesor – docente.
¿Qué nos dice Edgar Morín?
“Todo conocimiento implica el riesgo del error y la ilusión. La educación
del futuro debe afrontar el problema de dos aspectos: el error y la ilusión. El
error más grande sería subestimar el problema del error, la ilusión más grande
sería subestimar el problema de la ilusión. El reconocimiento del error y la
ilusión es tan difícil que el error y la ilusión no se reconocen de algún modo como tales".
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Prof. Rosales Gomero